Septiembre 27 2020 Llamado angustioso de Jesús Sacramentado a Los Pastores de Su Iglesia. Mensaje a Enoch. “Pastores de mi Rebaño, mi Paz sea con vosotros. Hijos predilectos, me siento muy triste y acongojado por el desprecio y la ingratitud que vengo recibiendo de parte de muchos de vosotros, que decís ser mis familiares. ¡Cuánto me duele ver a mi rebaño disperso como ovejas sin pastor por la negligencia y apatía de muchos de vosotros, que andáis más preocupados por el pastoreo de sí mismos que por guiar y pastorear a mi rebaño! El pretexto de la pandemia que es más ya un ataque directo a mi Iglesia, está llevando a muchos de mis pastores a profanarme, dándome a mi Rebaño en la mano como si se tratara de un pedazo de pan cualquiera. Mis ojos derraman lágrimas de sangre, viendo como soy ultrajado y pisoteado en cada partícula de mi Divinidad que cae al suelo, por el vil sacrilegio que se viene cometiendo en muchas de mis Casas al darme mis pastores en la mano. Millones de partículas de mi Sagrada Hostia diariamente caen al suelo cuando soy recibido por mis hijos en la mano. ¡Qué sacrilegio tan grande se está cometiendo contra mi Divinidad, bajo el pretexto de una pandemia que es ya más una conspiración y un ataque a mi Santo Sacrificio! A muchos de mis pastores se les está olvidando que en cada Hostia Consagrada estoy Yo, Vivo y Real, haciéndome Vida en medio de mi Pueblo y dándome como Cordero Inmolado. ¡Pastores infieles! ¿Por qué me flageláis, dándome a mi Rebaño tan indignamente? ¿No sabéis qué soy Yo, en Espíritu quien se encuentra en la sencillez y humildad de cada Hostia Consagrada? Ayer fueron los Sumos Sacerdotes y los Escribas, los que me condenaron a muerte, y hoy sois vosotros Mayorales y Pastores de mi Rebaño, los que nuevamente me crucificáis cuando tan indignamente me repartís a mi Rebaño, dándome en la mano. He ungido vuestro Ministerio Sacerdotal con el fuego de mi Espíritu Santo, para que seáis vosotros mis representantes aquí en la tierra. En cada Consagración que hacéis dignamente y con fervor, Yo, Jesús Sacramentado, bajo del Cielo para hacerme Vida en medio de vosotros; es tan Grande el Ministerio Sacerdotal que os he encomendado que a través de vuestras manos ungidas, bajo en Espíritu para darme como alimento a mi Pueblo. En cada Consagración que por Amor hacéis se revive incruentamente mi sacrificio y Yo, me doy como Pan de Vida, para alimentar a mi Rebaño. Entonces, os pregunto Pastores de mi Rebaño: ¿si merezco tan vil atropello a mi Divinidad de parte vuestra, cuando me dais a mi Pueblo no como Jesús Sacramentado, sino como un pedazo de pan cualquiera? Soy Yo, vuestro Dios el que repartís a mi Pueblo, y merezco Adoración, Alabanza y Respeto, de parte vuestra y de mi rebaño. Mi Sagrado Cuerpo y Sangre, debéis de repartirlo a mi Rebaño de rodillas y en la boca, con el debido Respeto y Adoración que se merece el Rey de reyes y Señor de señores. ¡Pastores infieles, si no cambiáis vuestra actitud y corregís vuestro proceder para conmigo, os aseguro que seréis tratados como Reos de Culpa, cuando os presentéis mañana ante Mí! Miles de Sacerdotes, Obispos, Cardenales e incluso Papas, yacen hoy unos, en las profundidades del abismo y otros, en el fuego purificador del Tercer Purgatorio, por tratarme indignamente al repartirme en la mano cuando ejercieron su ministerio sacerdotal en este mundo. Otros miles se perdieron porque se dejaron seducir por los placeres de este mundo y descuidaron el pastoreo de mi rebaño, y una inmensa mayoría se perdió y yace hoy en el infierno por los pecados de la carne. Recapacitad Pastores de mi Rebaño, porque de seguir repartiéndome indignamente a mi Pueblo, mi Santo Espíritu apartaré de vuestras Consagraciones; entonces, el pan que repartiréis, ya no será más mi Cuerpo y mi Sangre; acordaos, de la forma como me tratéis, así también vosotros seréis tratados cuando os presentéis ante Mí. Mi Paz os dejo, mi Paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca. Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado, el Amado que no es, Amado. Dad a conocer mis mensajes de salvación a toda la humanidad, Rebaño mío.”

September 27 2020 Anguishing call of Jesus in the Sacrament to the Shepherds of His Church. Message to Enoch. “Shepherds of my Flock, my Peace be with you. Favorite children, I feel very sad and heartbroken by the contempt and ingratitude that I have been receiving from many of you, who claim to be my relatives. How much it pains me to see my flock scattered like sheep without a shepherd because of the negligence and apathy of many of you, who are more concerned with shepherding yourself than with guiding and shepherding my flock! The pretext of the pandemic, which is already a direct attack on my Church, is leading many of my pastors to desecrate me, holding my Flock in my hand as if it were any ordinary piece of bread. My eyes shed tears of blood, seeing how I am outraged and trampled on in every particle of my Divinity that falls to the ground, for the vile sacrilege that has been committed in many of my Houses by giving me my shepherds in hand. Millions of particles of my Sacred Host daily fall to the ground when I am received by my children in the hand. What a great sacrilege is being committed against my Divinity, under the pretext of a pandemic that is already more of a conspiracy and an attack on my Holy Sacrifice!Many of my pastors are forgetting that in each Consecrated Host I am, Alive and Real, making myself Life in the midst of my People and giving myself as an Immolated Lamb. Unfaithful shepherds! Why do you scourge me, giving me my Flock so unworthily? Do you not know what I am, in Spirit who is found in the simplicity and humility of each Consecrated Host? Yesterday the High Priests and Scribes were the ones who condemned me to death, and today you are Mayorales and Pastors of my Flock, those who once again crucify me when you so unworthily distribute my Flock, giving me in the hand. I have anointed your Priestly Ministry with the fire of my Holy Spirit, so that you may be my representatives here on earth. In each Consecration that you do with dignity and fervor, I, Jesus in the Sacrament, come down from Heaven to make myself Life in your midst; The Priestly Ministry that I have entrusted to you is so Great that through your anointed hands, I come down in Spirit to give myself as food to my People. In each Consecration that you do for Love, my sacrifice is bloodlessly revived and I give myself as the Bread of Life, to feed my Flock.So, I ask you Pastors of my Flock: if I deserve such a vile abuse of my Divinity from you, when you give me my People not as Jesus in the Sacrament, but as any piece of bread? It is I, your God, who you distribute to my People, and I deserve Adoration, Praise and Respect, from you and my flock. My Sacred Body and Blood, you must distribute it to my Flock on your knees and in the mouth, with due Respect and Adoration that the King of kings and Lord of lords deserves. Unfaithful pastors, if you do not change your attitude and correct your behavior towards Me, I assure you that you will be treated as Guilty Persons, when you appear before Me tomorrow! Thousands of Priests, Bishops, Cardinals and even Popes, some today lie in the depths of the abyss and others, in the purifying fire of the Third Purgatory, for treating me unworthily by dividing me in the hand when they exercised their priestly ministry in this world. Thousands more were lost because they allowed themselves to be seduced by the pleasures of this world and neglected to graze my flock, and an immense majority were lost and lie today in hell for the sins of the flesh.Reconsider Pastors of my Flock, because if I continue to unworthily distribute myself to my People, my Holy Spirit will separate from your Consecrations; then, the bread that you will distribute will no longer be my Body and my Blood; Remember, the way you treat Me, so you too will be treated when you appear before Me. Peace I leave with you, my peace I give you. Repent and convert, because the Kingdom of God is near. Your Master, Jesus in the Sacrament, the Beloved who is not, Beloved. Make known my messages of salvation to all humanity, my Flock. "